29/7/08

Ser Creativo: A ti hay que quererte mucho para soportarte....

Eso me lo dejó caer, así no más, un novio que tuve cuando ingenuamente pensaba que el amor sólo venía en forma de persona y no de oficina. Y fíjate tu, el hombre tenía razón.

No en que yo fuese insoportable, faltaría más. Sino en que ciertamente, hay que querer mucho lo que hacemos para vivir con eso. Y basta con ver cómo nos ponemos derechitos y respiramos profundo cada mañana antes de cruzar estoicamente la puerta de vidrio, esa que dice en letras bellísimas Agencia de Publicidad.

Ser Creativo es un acto de fe, con toda la buena y mala intención de la frase. Es creer en nuestras ideas aún cuando se tambaleen varias veces al día con comentarios que ya son un clásico de la cultura publicitaria universal:

“Hay no sé, pero ¿le puedes quitar historia al comercial y poner el producto desde el principio?”
“Me encanta, pero haz que se vea más el producto”.

O cuando dice el cliente en cuestión:

“No tenemos suficiente presencia de marca”
Que es una manera elegantísima de decir exactamente lo mismo....

Y es que, con todo respeto a los que opinan sobre nuestras ideas, en el conciente colectivo habita el prejuicio de que el creativo no es gente seria, que genera ideas anteponiendo sus intereses a los de la marca, sin saber que esa marca que ellos tanto defienden duerme, almuerza, camina, se viste, maneja y va al baño con nosotros, que la pensamos, la queremos y la detestamos, para volver a amarla cuando al fin se nos ocurre la mejor idea para que el consumidor también la ame. Entonces sentimos una secreta y jamás confesada euforia por el trabajo realizado. Ya podemos relajarnos.

Aja! Y el producto? El producto siempre será el protagonista de nuestras historias, aunque aparezca al comienzo, en el medio o al final. Lo relevante en este asunto es cautivar al saturado televidente con un lenguaje visual y auditivo que le haga sentir que eso que está viendo es con él. Sin desmerecer a todos los libros, guías, tratados y demás literatura que exista al respecto, jamás escucharemos a un ama de casa decir:
“No voy a comprar ese lavaplatos porque la marca no salió en el tercer segundo, debe ser muy malo.”
Me pregunto entonces: ¿será que en la publicidad no hay verdades absolutas?

Por lo pronto seguiremos creando en medio de esta suerte de acto pasional que nos lleva de la euforia a la decepción, sin pasar por go. Hay que quererte mucho.

Fuente: Ana Cecilia Díaz.

1 comentario:

Cronopio dijo...

Ana, que fabulosa tu intervención en el blog!! Bienvenida!!! Ojalá sea la primera de muchas...

Me encanta la reflexión sobre el creativo que haces en tu post. Uno de los escritores que yo más admiro, por su inmensa inteligencia y por ser un tipo muy avanzado en relación a la época que vivió, Oscar Wilde, dijo: "El arte es la única cosa seria que existe en el mundo y el artista es el único ser en el mundo que nunca es serio". Yo estoy de acuerdo. Me parece una fabulosa manera de reivindicar la no seriedad. El exceso de seriedad, me atrevería a pensar, es lo que nos tiene tan jodidos. Ojalá se entendiera que los no serios son personas que hablan sobre cosas muy serias.
Besos y gracias por colaborar.