Un dia un cliente llamo a su agencia:
"Nesecitamos hacer urgentemente una campaña completa que incluya Print, T.V., medios alternativos y material POP, ya que mi mantequilla no se vende".
Era un asunto muy extraño ya que por varios años dicha mantequilla era de las primeras del mercado local en ventas. Uno de los creativos un poco desconfiado de la situación, decidió comprar la mantequilla y ponerla en la nevera de su madre, mientras, con la regular presión de cuentas, se procesaba la campaña completa para el cliente.
Esa noche fue a cenar a su casa y se dio cuenta que la mantequilla que ponian en la mesa no era la misma que él habia comprado. Le pregunto a la mamá y ella respondio:
"Esa mantequilla es un fastidio abrirla hijo".
Fue cuando al dia siguiente, el creativo paro toda la campaña y llamo al cliente para decirles que no nesecitaban ninguna campaña, si no más bien, un cambio en la manera de abrir el empaque. Inmediatamente se diseño un nuevo empaque y el resultado fue un sorpresivo levante de las ventas en la tradicional mantequilla, sin ningún spot de TV, ni aviso de revista y mucho menos un nuevo material POP.
En conclusión hay que convertirse en un consultor del cliente a la hora de entender su negocio, saber realmente lo que nesecita y no actuar como robots con un breif en mano, a la hora de emprender los objetivos reales de ventas.
Fuente: Demian Campos
MORALEJA:
Los problemas de los clientes, alusivos a las características y desempeño de sus productos o servicios, NO los puede resolver una agencia de publicidad, pero SI podemos ayudarlos a identificar los puntos ciegos que rara vez ven, y que por casualidad, están siempre vinculados a las necesidades reales del consumidor.
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